Quién es y por qué el régimen de Daniel Ortega desterró al científico más importante de Nicaragua
El pasado 28 de agosto, el doctor Jaime Incer Barquero llegó al aeropuerto de Miami junto con su esposa para tomar el vuelo que lo regresaría a Nicaragua, la tierra que ha estudiado más que cualquier otro nicaragüense en la historia.
Incer Barquero, biólogo, ecólogo y consumado científico ambientalista, tiene 90 años y 60 de ellos los ha dedicado a estudiar la naturaleza de Nicaragua. Recorrió el país de punta a punta y ha escrito numerosas obras de sus investigaciones.
Llegó al aeropuerto en silla de ruedas por las dolencias propias de la edad, y en el mostrador de la línea aérea le comunicaron que no podría volar a Nicaragua porque su ingreso está prohibido por las autoridades que gobiernan el país.
“No he sabido ni cómo reaccionar con la noticia de que le negaron el regreso a su país al Dr. Jaime Incer, el geógrafo, científico y estudioso más destacado que ha tenido Nicaragua. ¿Como explicar ese nivel de maltrato y crueldad contra un ciudadano ejemplar?”, expuso en X, poco después de conocerse la noticia, la escritora nicaragüense Gioconda Belli.
Entre las muchas reacciones al destierro de Incer está también la del obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, ahora en el exilio, monseñor Silvio Báez: “Deseo expresar mi solidaridad al Dr. Jaime Incer Barquero, el más grande científico y ambientalista de Nicaragua, obligado por la dictadura al destierro al negarle su entrada al país. ¡Mi admiración y gratitud al Dr. Jaime Incer por su altura científica y su dignidad ciudadana!”, expresó en X.
El doctor Jaime Incer Barquero “es uno de los científicos más prominentes del país. Considerado el primer biólogo que existió en Nicaragua después de haber concluidos sus estudios en los Estados Unidos; estuvo al frente del Instituto de Recursos Naturales (IRENA) que luego pasó a ser el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA); impulsó la creación de las más de 70 Áreas Protegidas existentes en la actualidad, por las que actualmente se define el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM) y prácticamente sentó las bases para la creación del marco legal existente en esta materia”.
El párrafo anterior procede de una biografía que se puede leer aún en la página oficial de la Asamblea Nacional de Nicaragua, publicada en octubre de 2007, cuando el parlamento nicaragüense le otorgó la “Medalla de Honor en Oro de la Asamblea Nacional” a Incer Barquero “como un reconocimiento a sus méritos relevantes en la vida pública y valiosos servicios prestados a Nicaragua”.
Jaime Incer Barquero nació en Boaco en 1934 y ha destacado como ecologista y naturalista nicaragüense. Es conocido por sus contribuciones a la conservación ambiental en Nicaragua.
A lo largo de su vida ha publicado varios libros sobre la naturaleza, la geografía y la biodiversidad de Nicaragua. Algunos de sus libros más notables son “Geografía Ilustrada de Nicaragua” (1967), “Aves de Nicaragua” (1990), “Árboles de Nicaragua” (1993), “Rutas Turísticas de Nicaragua” (1997), “Guía de Campo de los Reptiles de Nicaragua” (2000), “Bosques y Selvas de Nicaragua” (2004), y “Nicaragua, sus Ríos, Lagos y Volcanes” (2008), entre otros.
“El doctor Jaime Incer es considerado por muchos como el fundador y la figura principal de los esfuerzos de conservación en Nicaragua. A lo largo de una distinguida carrera en el mundo académico y el gobierno y las organizaciones no gubernamentales, Incer ha desarrollado planes de estudio y escuelas en ciencias naturales, ha establecido parques nacionales y otras áreas protegidas, e inspirado a una nueva generación de conservacionistas y científicos de la vida en Nicaragua y en toda América Central”, destaca sobre el científico nicaragüense la revista National Geographic.
“Incer fue el primer nicaragüense que se graduó de biólogo en la Universidad de Michigan, para después iniciar un posgrado en Geografía. Al regresar a Nicaragua, en 1963, comenzó a trabajar en planificación en el Ministerio de Educación, y después organizó la Escuela de Biología de la UNAN-Managua, donde trabajó ocho años”, señala, por su parte, la biografía del parlamento.
También fue ministro del Ambiente y Recursos Naturales (1990-1995) durante el gobierno de Violeta Barrios de Chamorro y, desde 2009, el régimen de Daniel Ortega lo incorporó a su gabinete como asesor para temas del medioambiente y recursos naturales.
Sin embargo, el pasado 16 de agosto, y como parte de una barrida de empleados públicos, el régimen de Ortega confirmó la permanencia de solo 16 asesores presidenciales, de una lista de más de 30. Entre los confirmados ya no estaba el doctor Incer Barquero.
Como asesor presidencial, Incer Barquero no siempre dijo lo que sus jefes esperaban que dijera. De hecho, en reiteradas veces se quejó de lo poco que se le consultaba. Y, en muchas ocasiones, sus comentarios técnicos iban a contrapelo de la narrativa oficial.
A las 11:04 de la noche del 7 de septiembre de 2014 un poderoso estruendo sacudió a Managua. Rápidamente el régimen atribuyó el hecho a un supuesto meteorito que cayó esa noche en un campo militar, a pesar de que pocas horas después la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio), de Estados Unidos, señaló la imposibilidad de que la explosión hubiese sido causado por un meteorito, según su análisis.
A la mañana siguiente, el régimen de Nicaragua llevó al cráter de la explosión a medios de comunicación oficialistas junto al doctor Jaime Incer, para darle algún respaldo científico a su versión. Incer eludió la trampa asegurando que, aunque no se podía descartar que fuese un meteorito, había que realizar más estudios del suelo para confirmarlo.
El gobierno nunca presentó estudios sobre el cráter que quedó en la unidad militar, y nunca cambió su versión de que un meteorito había caído sobre Managua la noche del 7 de septiembre de 2014.
Luego, el régimen nombró a Incer Barquero como asesor ambiental de las obras del Gran Canal Oceánico que se pretendía construir en Nicaragua con el capital de un oscuro inversionista chino. El científico, al contrario de los que el gobierno esperaba, advirtió sobre los graves daños medioambientales que causaría la enorme zanja que debía pasar por el Lago de Nicaragua.
“El fondo del Lago de Nicaragua no es profundo y requiere abrir una zanja de, más o menos, 105 kilómetros de largo, 500 metros de ancho y 30 de profundidad”, explicó en una entrevista con el canal de televisión 100 por ciento Noticias.
“Para ello van a requerir remover un millón trescientas mil toneladas de sedimentos y materiales extraídos desde el fondo del lago, no solamente en el momento de la construcción, sino que siempre la sedimentación va a seguir rellenando la zanja que se abra para mantener la fluidez del comercio marítimo a través del lago. Cualquier ecólogo que conoce un poco el impacto ambiental reconoce como algo irreversible y algo muy dañino al ecosistema acuático y a la calidad, más que todo del agua como fuente potencial de abastecimiento de las poblaciones”, añadió.
El científico también fustigó la tala indiscriminada de pinos que promovía el Estado en el norte del país, y señaló las consecuencias del daño a las fuentes hídricas para el abastecimiento de agua a las poblaciones vecinas, y, en 2018, alertó sobre las consecuencias ambientales que traería un gran incendio en la reserva natural Indio Maíz, a pesar de que el gobierno intentó minimizar el siniestro.
Para el doctor Ernesto Medina, otro científico nicaragüense, el destierro de Jaime Incer barquero “no tiene lógica racional” y lo atribuye a “la intención de acallar cualquier voz que ellos (régimen) crean que puede ser escuchada y que ellos no controlan”.
Medina fue discípulo de Incer Barquero y lo considera una especie de Leonardo Da Vinci nicaragüense por la cantidad de disciplinas científicas en las que destacó. “Representa a la figura del hombre renacentista, que tenía un conocimiento amplio de muchas cosas y en Nicaragua nadie ha llegado a tener esa complejidad y profundidad en campos muy importante para para el desarrollo”, señala.
Dice que descubrió el trabajo del doctor Incer Barquero cuando estudiaba Química en la universidad “y encontré que él estudió Farmacia, y su monografía para obtener el título de Químico farmacéutico, en aquel entonces, fue sobre plantas medicinales, uno de los primeros estudios serios sobre las plantas medicinales de Nicaragua”.