Ana Botín: “Nos ha tomado siete u ocho años empezar a dar resultados con todo lo que hemos construido”

Ana Botín sopla 10 velas al frente del Banco Santander. La presidenta aprovecha la ocasión para hacer repaso de sus años al frente del banco, marcados por encarar una multitud de frentes: desde los últimos coletazos de la crisis financiera, con la adquisición del Banco Popular, hasta las consecuencias de la guerra de Ucrania, pasando por el Covid-19, la transformación tecnológica del negocio o la larga era de los tipos cero. Defiende que tras años de cambios y una gran transformación del grupo, el mercado se ha demorado siete u ocho años en reflejarlo.

Botín rememora la era de su abuelo, Marcelino Botín, al frente del banco, con quien dice que dio el primer gran salto con la compra del Banco Mercantil. “Yo diría que en esa época, en los cincuenta y los sesenta, hubo una gran expansión, pero también se consolidó esa expansión que fue no solo nacional, sino también internacional”, recuerda Botín en una entrevista divulgada por el propio banco. La era de su padre, Emilio Botín, la describe como “de más expansión, incluso más rápida”, en la que el banco se convirtió “en el primer banco de la Eurozona, en el primer banco de España”.

“A mi me ha tocado consolidar primero y luego también reinventarnos, transformar el banco. Eso es un poco lo que yo destacaría de estos 10 años”, sostiene la banquera. En sus palabras recuerda que cuando asumió el cargo se puso como objetivo un cambio de cultura en la entidad, junto a la macroampliación de capital de 2015 y los cambios en el equipo directivo. Dice que este cambio de cultura es “lo que más tiempo lleva” y que aún no han acabado para dejar a la entidad en ventaja frente a los otros bancos y al resto de competidores.

“Nos marcamos el ser una plataforma abierta y responsable de servicios financieros y esto requiere un gran cambio cultural, requiere cambiar cómo nos organizamos”, añade. En este contexto, Botín destaca el uso de la tecnología para “entender que ya no es una función de apoyo, sino es parte integral del negocio”, así como organizarse como un solo banco. “Si no tenemos un producto digital que es igual o mejor que cualquiera de los competidores, bancos y no bancos, no vamos a sobrevivir”, remata.

Dentro de esta transformación destacan los cambios estructurales que la entidad introdujo en septiembre del año pasado. Esta —que ha pilotado el consejero delegado, Héctor Grisi— pasa por reorganizarse en torno a cinco áreas globales (Retail & Commercial, Digital Consumer Bank, Payments, Corporate & Investment Banking y Wealth Management & Insurance), en detrimento de la división geográfica. “Yo tenía una visión clara de que había que mejorar el grupo por negocios globales”, afirma. Considera que la nueva estructura debía “aprovechar la escala del grupo y trabajar de manera conjunta” y que todo ello ya se está reflejando en los números.

“El mercado siempre mira por el espejo retrovisor. Entonces la realidad es que nos ha tomado siete u ocho años empezar a dar resultados en línea con todo esto que hemos construido y por eso llevamos 2 años donde la acción ha mejorado casi un 60%”, argumenta.

“No tengo duda que lo que más más orgullosa estoy es haber conseguido los números. Pero yo siempre digo de la manera correcta”, defiende. Entre esos números de los que dice sentirse orgullosa pondera que han multiplicado por 10 el beneficio, aumentado el capital en más de un 50%, multiplicado por seis el retorno al accionista y sumar 60 millones de clientes. No obstante, sostiene que el mayor reto no es dar buenas cifras, sino hacerlo de manera sostenible.

De cara al futuro, Botín pone el foco en crecer en EE UU, donde espera lanzar Openbank durante el mes de octubre. “Esto es algo que realmente nos diferencia de todos nuestros comparables europeos. El banco digital nos va a permitir tener un crecimiento mucho más rápido en el mercado americano”, sostiene. Señala también que el mercado estadounidense es donde el banco ha creado más valor desde 2019 y que el potencial para crecer tanto allí como en América Latina “es enorme”.

“Santander es hoy el banco europeo, yo diría que el banco en el mundo con mayor potencial de creación de valor en los próximos años. Y está siendo reconocido por el mercado. Desde 2023 hemos subido y hemos mejorado más que nuestros comparables”, remacha.