La Fed evita causar la mayor decepción para el mercado desde Lehman
La Reserva Federal estadounidense ha optado hoy por un recorte de tipos de 50 puntos básicos, un movimiento que consigue evitar la mayor decepción para los mercados desde el año 2008, un día después de la quiebra de Lehman Brothers. Los inversores en renta fija llevan ya semanas descontando un recorte de tipos agresivo, de 40 puntos básicos, lo que, redondeando a los movimientos que suele hacer la Fed, apuntaba a una bajada de 50 puntos básicos. Si el banco central hubiese optado por un recorte de 25 puntos básicos, la decepción frente a las expectativas de los inversores habría sido la más fuerte desde la reunión del 16 de septiembre de 2008, en la que la Fed no movió tipos un día después de la caída del banco americano. Si se revisa la historia de los movimientos de la Fed que se quedaron cortos, sólo en 2003 y en 2008 hubo sorpresas mayores que la que habría habido hoy si la Fed hubiese optado por 25 puntos básicos, un escenario que esperaban muchos analistas.
El banco central estadounidense ha calentado las expectativas de ver un recorte de tipos de 50 puntos básicos en las últimas semanas. Jerome Powell, presidente de la Fed, anunció en el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole, a finales de agosto, que había llegado el momento de «ajustar nuestra política monetaria», y destacó cómo el organismo había dado un paso importante al empezar a centrarse en defender el empleo, una prioridad que, a partir de ese momento, estaría por delante de la lucha contra la inflación.
El dato de empleo de agosto, que se conoció en la primera semana de septiembre, confirmó el deterioro que está sufriendo el mercado laboral en Estados Unidos, y convenció a los inversores de que el escenario más probable para la Fed sería un recorte de 50 puntos básicos en el encuentro que ha tenido lugar hoy. La esperanza de ver una bajada de tipos el doble de lo normal es la que ha abierto la puerta a que la Fed se quedase muy corta, y decepcionase a los mercados como pocas veces lo ha hecho.
De hecho, pocas horas antes de la reunión, Dan Ivascyn, director de inversiones de Pimco, y gestor del fondo de deuda más grande del planeta, Pimco Income Fund, valoraba la posibilidad de que los inversores se hubiesen pasado de rosca con sus expectativas de bajadas de tipos. «Creemos que los mercados se han pasado con las bajadas de tipos esperadas», explicó Ivascyn, y justifica su opinión porque «en los próximos meses todavía hay riesgos de que vuelva a acelerar la inflación, lo cual puede llevar a que haya menos recortes de los que están esperando los mercados», explicó.
Por el momento, la Fed ha confirmado que los mercados estaban ajustados al escenario correcto, pero habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los datos macroeconómicos, con la inflación y el empleo como protagonistas, para anticipar los futuros movimientos de tipos del banco central estadounidense.
Las dos grandes decepciones de la Fed
Sólo ha habido dos precedentes en los que la Fed ha bajado tipos al menos 20 puntos básicos menos de lo que los mercados esperaban. Fue en 2008 y en 2003. En este último año, la diferencia entre lo que recortó la Fed y las expectativas que tenían los inversores fue de 19 puntos básicos, por encima de los 15 puntos básicos que se habrían confirmado hoy si la bajada de tipos hubiese sido de 25 puntos básicos, y no de 50.
La mayor decepción, la de 2008, fue muy superior, y uno de los mayores errores de toda la historia de la Reserva Federal. El 16 de septiembre de ese año, sólo un día después de la quiebra de Lehman Brothers, la Fed tenía programada su reunión para revisar los tipos de interés. Aquel encuentro comenzó con el mercado descontando una bajada de tipos de 102 puntos básicos, pero, para sorpresa de todo el mundo, Ben Bernanke, el presidente de la Fed por aquel entonces, anunció que no se moverían los tipos en esa reunión.
Con el tiempo, este ha sido considerado el mayor error de Bernanke durante la crisis, por haberse centrado excesivamente en la salud del sector financiero del país, y no tanto en el de la economía real. Hoy Jerome Powell ha demostrado que aprendió de aquel error.