Recibe Rodrigo Sigal la Medalla Bellas Artes 2024 por su aporte a la innovación sonora
La Medalla Bellas Artes 2024 en la disciplina de Música fue otorgada al compositor Rodrigo Sigal por su obra que abarca diversos formatos y medios, incluyendo música de concierto, instalaciones sonoras y obras multimedia, integrando sonidos electrónicos y acústicos, y como un reconocimiento por su interés artístico, el cual se centra en la composición de obras que condensan los sonidos de la naturaleza para dar vida a paisajes sonoros.
Entregarle esta presea a Rodrigo Sigal, afirmó la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Lucina Jiménez López, es un gesto que nos permite engrandecer la Medalla Bellas Artes, precisamente reconociendo lo que significa la creación contemporánea de muchas y muchos que están empeñados en que ese campo –de la música- se pueda fortalecer.
Al referirse al compositor, la titular del Inbal afirmó que Rodrigo Sigal es un artista, educador, gestor cultural que no se arredró nunca ante estos vaivenes que de pronto tienen las sostenibilidades de las instituciones culturales; primero se volvió gestor que renunciar a darle esa viabilidad y fuerza que tiene el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonora.
Lo que importa es que la música conmueva
En su intervención, Rodrigo Sigal se refirió al compositor Javier Álvarez: “Me decía que era importante reflexionar sobre para qué hacer música con nuevas tecnologías, incluso hoy no estoy seguro si es posible definir o si tiene algún sentido, pero creo que la música al final es una sola cosa y lo que importa es que conmueva, que nos signifique algo al que la hace y al que le escucha. Al final, creo que es un lento proceso para refinar las habilidades, para respaldar los instintos”.
Asimismo, recordó la recomendación que el también compositor Mario Lavista le hizo sobre la importancia de entrar en contacto con las diversas expresiones culturales y generar vínculos con artistas: “Me acuerdo perfecto, a mediados de los noventa me decía, en la clase de composición que impartía en el Conservatorio Nacional de Música: ‘no dejes de ir a Bellas Artes y a todo lo que organice el Inbal, no importa lo que sea.
“En sus clases, además de música y composición, siempre nos hablaba de vincularnos con los intérpretes, de ir a los eventos, de aprovecharlo todo, y eso de alguna manera fue la semilla que sembró muchas de las cosas que decidí hacer más adelante”.
Destacó la importancia de crear espacios para la música, algo que aprendió de sus maestros (María Antonieta Lozano, Daniel Catán o Javier Álvarez): “Componer es un proceso solitario, pero también hacer música es un proceso público; trabajar, inventar y acomodar el sonido es tan importante como crear redes de personas afines para compartirlo; que es importante componer, pero es importante fomentar los espacios para que la música suceda para más gente”.
Por su parte, Alejandro Escuer destacó las búsquedas y experimentaciones del galardonado alrededor de la música electroacústica, pero también con otras disciplinas, como el cine o junto a músicos tradicionales de diversos países, y subrayó que, a través del Cmmas, consolidó proyectos y colaboraciones: “Rodrigo, no solo se centra en su trabajo creativo, sino también en la gestión cultural, en la complicidad entre partes para lograr enlaces institucionales.
“Así como su música es integradora, influyente, incluyente, original, así es su filosofía de vida. El otorgamiento de la Medalla Bellas Artes a Rodrigo Sigal constituye no solamente un merecido reconocimiento a su trabajo como artista, como gestor y cómplice de miles (de personas), sino también a su empeño por ser generoso con su música y con su entorno”.
¿Quién es Rodriga Sigal?
Es compositor y gestor cultural interesado en el trabajo con las tecnologías, especialmente en el ámbito de la música electroacústica. Desde 2006 es director del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras. Obtuvo un doctorado de la City University de Londres y un posdoctorado en la UNAM.
Ha continuado sus estudios y proyectos creativos con diversas becas y apoyo de instituciones, como el Fonca y la Fundación DeVos de gestión cultural, entre otros. Desde hace más de 10 años es parte del proyecto Lumínico, director del festival Visiones Sonoras y editor de la revista Ideas Sónicas. Es fundador de la Licenciatura en Música y Tecnología Artística de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM, Campus Morelia, así como fundador de la Red de Arte Sonoro Latinoamericano.