La crisis energética en Europa y China sacude al mundo
En Europa, la crisis energética proviene de un bajo suministro de gas natural. Esta escasez de suministro, combinada con un aumento de consumo, después de que los vientos en el Mar del Norte dejaron de soplar repentinamente las turbinas eólicas que impulsaban partes de Gran Bretaña, hizo que el precio del gas natural se disparara.
Por el consumo los inventarios de energía cayeron a mínimos históricos, y a medida que se acerca el invierno, la situación empeora ya que la demanda de gas natural aumenta aún más para calentar las casas y el agua durante el invierno.
La situación es clara, el impacto de esta crisis, tanto en la región como en el extranjero, ya está empezando a mostrar su rostro, ya que los costos de energía en la región se han duplicado este año, mientras que los precios europeos del gas se han triplicado, haciendo que fábricas en el Reino Unido y Europa hayan cerrado frenado su producción.
Amenazas
Estas presiones amenazan el crecimiento de la región, ya que el aumento de los precios de la electricidad elimina el gasto potencial de los consumidores en otros lugares, lo que ralentiza el regreso a los niveles que se manejaban en tiempos pre-pandémicos.
Además, las empresas que están sufriendo la peor parte de la crisis en este momento son las productoras de productos químicos, materiales y fertilizantes, y probablemente trasladen directa o indirectamente los aumentos de precios a los consumidores.
La crisis energética en China se ha ido materializando lentamente en los últimos meses, y el gobierno chino ordenó el racionamiento de energía en el mes de junio.
La crisis energética en China provocó que las fábricas de distintas provincias de ese país recibieran la orden de conservar energía, reducir la producción e incluso suspender la producción por completo. Desde entonces, la crisis ha comenzado a afectar a los hogares debido a que los cortes de energía provocaron apagones.
A la crisis energética de China contribuye el aumento vertiginoso del precio del gas natural y el déficit en el suministro de GNL.
Un cambio de tendencia
Además, la crisis puede haber sido exacerbada por el compromiso de China de dejar de usar combustibles fósiles en un intento por disminuir su dependencia del carbón.
El país obtiene la mayor parte de su energía del carbón, que actualmente escasea en el país, y aunque ha pedido a sus mineros lograr una mayor producción, no es fácil realizarlo. Especialmente con condiciones ambientales y de trabajadores más estrictas que imponen los actuales requisitos de seguridad.
China también recientemente dejó de importar tanto carbón de Australia, como parte de un juego geopolítico entre ambas naciones.
Si bien la crisis energética europea podría llegar indirectamente a los Estados Unidos, la de China parece un poco más preparada para afectar de inmediato al país de Norteamérica.
Con la Navidad y el Black Friday a la vuelta de la esquina, se avecinan meses de grandes gastos en Estados Unidos.
Y con hasta un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) chino proveniente de las partes afectadas de ese país asiático, es probable que la escasez y el aumento de precios afecten a cualquier cantidad de bienes importados desde ese destino.