La "marcha atrás" ambiental de Liz Truss | Medio Ambiente – El Mundo
Las diatribas de Liz Truss contra la «coalicin anti-crecimiento» han disparado las alarmas de los ecologistas. La premier no solo arremeti contra grupos como Extinction Rebellion o Insulate Britain, sino que lanz su dedo acusador contra los activistas de Greenpeace que sabotearon su ltimo discurso y los desacredit como enemigos de su agenda econmica de «crecimiento, crecimiento y crecimiento».
«Quin vot por esto?», poda leerse en la pancarta que exhibieron las dos activistas de Greenpeace, Ami McCarthy y Rebecca Newsom, expulsadas por orden de la premier y prestas a explicar bajo la lluvia la razn de su protesta: «El 80% de los britnicos creen que la naturaleza est amenazada. La gente vot por una accin climtica fuerte y por ms protecciones Y qu es lo que tenemos a cambio? El fracking y la potencial hoguera de las leyes ambientales».
Aunque toda la atencin se ha centrado ahora en las controvertidas medidas econmicas contenidas en el as llamado «presupuesto de los ricos», lo cierto es que Liz Truss ha impulsado paralelamente una «marcha atrs» en casi todas las polticas ambientales auspiciadas por su predecesor, Boris Johnson. La que fuera secretaria de Medio Ambiente con David Cameron ha experimentado un giro hacia el neoliberalismo radical, ha llenado su gabinete de escpticos de clima y planea una desregulacin masiva comparable a la de Donald Trump a su llegada a la Casa Blanca.
Hasta el padre del ex «premier», Stanley Johnson, ha expresado esta misma semana en declaraciones a The Independent su preocupacin por la «desregulacin» con esteroides que planea el Gobierno Truss: «No podemos poner en riesgo las protecciones vitales del medio ambiente, y eliminar las reglas de la UE sin ms, por una carrera loca por el crecimiento econmico. Y el objetivo de emisiones cero en el 2050 se debe mantener a toda costa, por el futuro del clima».
La fiebre del fracking
Fue el primer anticipo que se filtr a la prensa, en pleno duelo por la muerte de Isabel II. Liz Truss decidi resucitar el fracking, dos aos despus de la moratoria impuesta por el Gobierno Johnson tras los temblores de tierra en Lancashire, donde la compaa Cuadrilla Resources lleg a tener la nica explotacin comercial en el Reino Unido para la extraccin del gas pizarra (por el controvertido mtodo de la fracturacin hidrulica).
El artfice de la resurreccin ha sido el ultraconservador Jacob Rees-Mogg, secretario de Empresas y Energa, famoso por sus anatemas contra el «alarmismo climtico» y por sus vnculos con la industria de los combustibles fsiles a travs de su compaa de inversiones Somerset Capital. A su paso por la conferencia del Partido Conservador en Birmingham, Rees-Mogg dijo esta semana que estara dispuesto a permitir el fracking en su propio jardn a cambio de los royalties que recibira, en un intento de convencer a los vecinos de la campia inglesa que siguen en pie de guerra contra el fracking.
David Cameron anunci en su da que el 60% del territorio nacional estara abierto para las extracciones. El Gobierno Truss ha desempolvado los planes para al menos 160 proyectos, la mayora en el norte de Inglaterra. La premier se propone «diversificar el suministro», pero los expertos advierten de que la compleja geologa de las islas britnicas est lejos de ser el man de Texas. Hasta el actual secretario del Tesoro, Kwasi Kwarteng, ha llegado a reconocer que hara falta al menos una dcada para tener un impacto en la tarta energtica, «y eso sera pagando un alto precio en nuestras comunidades y en nuestra preciada campia».
Emisiones Cero
Una de las primeras decisiones de Liz Truss ha sido encargar un informe sobre la viabilidad econmicas del objetivo de emisiones cero para el 2050, impulsado por el Gobierno Johnson y respaldado por ms de 130 pases en la antesala de la Cop26 de Glasgow. Truss ha puesto a un experto o zar, el diputado Chris Skidmore, al frente del estudio que deber estar listo a finales de ao.
La presencia en su Gobierno de ultraconservadores como Steve Baker, miembro del Net Zero Scrutiny Group (NZSG) y partidario de las supresin del objetivo para el 2050, ha levantado los temores a que Truss podra estar tramando la renuncia a las «emisiones cero» en aras del crecimiento econmico. El paraguas del NZSG ha servido de hecho para volver a reunir a los ms acrrimos defensores del Brexit, esta vez con la meta de lograr la «salida» del Gobierno britnico del «club» del cambio climtico.
El diputado Chris Skidmore ha tenido que salir al paso de las especulaciones sobre una renuncia al net zero: «Estamos revisando y catalizando las oportunidades, para asegurarnos de que ponemos en marcha las polticas adecuadas para acelerar la transicin energtica. Nuestra intencin es dar al objetivo una misin econmica, y no solo ambiental».
Las zonas de inversin
El Gobierno de Liz Truss planea la creacin de hasta 40 «zonas de inversin» en las que llevara a cabo una desregulacin del planeamiento para permitir construcciones y desarrollo comercial. Escocia, Gales, Irlanda del Norte y el norte de Inglaterra seran las reas ms «beneficiadas». Segn ha revelado The Guardian, el desarrollo urbanstico podra poner en peligro parques nacionales, parajes naturales y zonas de inters cientfico.
Hasta el nuevo secretario de Estado de Medio Ambiente, Alimentacin y Zonas Rurales, Ranil Jayawardena, se ha sumado a la fiebre desarrolista y ha advertido sin rodeos: «En vez de ser un departamento regulador, vamos a ser un departamento de crecimiento econmico».
Proteccin de hbitats
«El nuevo Gobierno ha lanzado un ataque sin precedentes contra la naturaleza», advierte en su portal de internet la RSPB (Royal Society for the Protection of Birds), la organizacin ambiental con ms solera en las islas britnicas con un milln de afiliados (muchos de ellos «tories»). La RSPB ha alertado contra los planes, anunciados el 22 de septiembre, para levantar «las regulaciones de los habitats que protegen la vida silvestre y garantizan un agua limpia, unos ros limpios y aire limpio».
Subsidios a los agricultores
Se anunci como una de las grandes «conquistas» del Brexit. El Gobierno britnico pagara subsidios a los agricultores para «renaturalizar» el campo y en proyectos «recuperacin del paisaje», marcando la diferencia con la «destructiva» Poltica Agrcola Comn (PAC) de la Unin Europea. La meta era experimentar el nuevo sistema de incentivos «agroambientales» y llegar en dos aos a una extensin de 10.000 hectreas. El cambio de poltica fue diseado por Michael Gove, pero el Gobierno de Liz Truss ha ordenado una revisin del sistema de subsidios que ha puesto de uas a los agricultores y ha irritado en extremo a los ambientalistas conservadores.
Beneficios extraordinarios
Mientras la UE decida aplicar un impuesto sobre la beneficios extraordinarios de las elctricas, que permitir recaudar 140.000 millones de euros, Liz Truss emprenda justo el camino contrario: eliminando el windfall tax que aprob su ex rival Rishi Sunak cuando era secretario del Tesoro (y que le habra permitido obtener 35.000 millones de euros para cubrir la subida de las facturas de la luz). «No podemos gravar con nuevos impuestos a las compaas que necesitan hacer grandes inversiones», ha sido el argumento usado por la premier, que trabaj entre 1996 y el 2000 para la multancional Shell.
La mayor donacin para su campaa por el liderazgo tory (110.000 euros) provino de Fitriani Hay, la mujer de un ex alto directivo de la petrolera BP, James Hay. Su gobierno ha mandado poderosas seales a la industria de los combustibles fsiles, como la lanzada por su minstro Jacob Rees-Mogg: «Vamos a extraer hasta el ltimo metro cbico de gas del Mar del Norte».
El clima y el Rey
En su primer encuentro en Buckingham, Liz Truss pidi expresamente a Carlos III que no acuda a la cumbre del clima COP27 en Egipto, el prximo mes de noviembre, segn revela The Sunday Times. El rey, que ya anticip que no tendran tiempo para dedicarse al activismo, accedi al parecer a la peticin de la premier, aunque estudia la manera de hacer sentir su «presencia» (en un mensaje grabado o a travs de su hijo William). El ministro del clima Alok Sharma ha mediado sin embargo en la polmica y ha pedido directamente a la premier que permita la asistencia del Rey y que no eluda su presencia en la cumbre: «Eso servira para cimentar la posicin de liderazgo del Reino Unido en un asunto increblemente importante.
Con el cambio de Gobierno y el volantazo de Liz Truss, que ni siquiera ha confirmado su asistencia a la prxima cumbre del clima, la recta final de la presidencia britnica de la COP est siendo una carrera de despropsitos que amenaza con hacer saltar por los aires todo el trabajo de la cumbre de Glasgow.
Turbinas en tierra
El polmico Kwasi Kwarteng, el gran disruptor de la economa britnica, est detrs del que ha sido destacado como el nico paso sustancial del Gobierno Truss hacia la transicin energtica: el fin de la moratoria de facto que exista contra la energa elica en tierra desde el 2015, cuando cambiaron las leyes de planeamiento. El crecimiento exponencial de la energa elica en el Reino Unido, que llega ya al 25% de la tarta energtica, haba sido hasta ahora posible gracias al boom de la elica marina (11 Gigavatios) que superar pronto a la elica en tierra (14 gigavatios). Los cambios en la regulacin permitirn sin embargo la instalacin de nuevas turbinas en suelo firme, aunque la principal expansin ser con diferencia en las costas. El viento seguir su trayectoria imparable incluso bajo el Gobierno de Liz Truss, sobre todo por razones econmicas. Reino Unido es lder europeo en elica marina y aspira a cuadruplicar su potencia en el 2030.
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