Los precios por las nubes no intimidan a los turistas y en Punta del Este pronostican niveles de afluencia prepandemia
PUNTA DEL ESTE.– La gran brecha cambiaria que Uruguay tiene con la Argentina, sumada a los precios significativamente altos, no parecen haber intimidado a los veraneantes. La temporada estival aquí espera, según referentes del sector, el regreso de niveles de visitantes previos a la pandemia de Covid.
A pesar de que el peso argentino llega a este verano aún más golpeado, con una devaluación de la cotización al dólar oficial de más del 70% respecto de la última temporada, las expectativas por el alto movimiento turístico ya son palpables.
La terminal de puertos de Buquebus y Colonia Express en la ciudad de Buenos Aires desbordaban esta semana de turistas listos para embarcar rumbo a Uruguay. A pesar de las demoras registradas en la salida de algunos barcos, el clima era de celebración. “Mirá qué lindo a dónde vamos”, suspiraba una mujer, mientras observaba las pantallas que indicaban las salidas.
Hoy, en este balneario ya se percibía la llegada de argentinos por doquier. De hecho, había largas colas en los supermercados y comenzaban a desbordarse las reservas en restaurantes. En Parador La Huella, uno de los grandes clásicos de José Ignacio, los rechazos para ingresar empezaron incluso antes del horario del almuerzo, cuando los turistas se apostaban frente a la recepción.”Para hoy, nada”, se disculpaba una recepcionista. “Ni para hoy, ni para mañana, ni para pasado. No hay mesas disponibles hasta el 6 de enero”, afirmó a LA NACION Martín Pittaluga, uno de los dueños del restaurante.
La misma tendencia se observaba en el hotel Enjoy, uno de los cinco estrellas que lideran la industria en Punta del Este. Según precisó Javier Azcurra, director de Ventas y Relaciones Institucionales, el establecimiento se encontraba bajo ocupación plena, al menos hasta la primera quincena de enero. En promedio, un 60% de los huéspedes son argentinos para el primer mes del año. “Estamos un 22% por encima del último verano”, indicó.
Tanto en la península de Punta del Este como en las casas de cambio que se agolpan en Manantiales, los carteles reflejaban la misma postal que el último año. Por un peso argentino, se podrá recibir unos 5 centavos uruguayos. El valor, advirtieron, es significativo.
El tipo de cambio de peso argentino a dólar en Uruguay está $800. En definitiva, para acceder a un peso uruguayo se necesitan al menos ocho pesos argentinos. Por eso, en Punta del Este todos los turistas multiplican por ocho. Así lo establece el Banco República, que marca el termómetro de las cotizaciones en el país.
“Los precios los podés ver en el supermercado”, advirtió Felipe, un argentino que llegó la última semana. “Te vas a desmayar”, agregó.
Paris Uriarte y Stefani Tejera trabajan en el Chiringuito de José Ignacio, foco neurálgico de argentinos durante el verano. En el lugar, que abrió sobre la playa brava del pueblo de pescadores, afirmaron que el público con tarjetas extranjeras elige ese método de pago para cerrar operaciones, producto de los descuentos impositivos que alienta el gobierno de Luis Lacalle Pou.
Los reveses de la economía, sin embargo, no llegan a desalentar a los fanáticos de la ciudad balnearia. En un informe publicado la última semana, el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) de Uruguay proyectó un aumento del 200% de visitas de argentinos respecto de los valores de la última temporada.
El organismo prevé el ingreso de unos 890.000 argentinos entre lo que queda de este mes y marzo próximo, lo que dejaría a Uruguay prácticamente en los mismos niveles de visitantes registrados antes de la pandemia de coronavirus. “Por su parte, el flujo de turistas de origen brasileño sería levemente inferior a las 200.000 personas, también con un aumento significativo (de 143%)”, se precisó en el informe.
Sin embargo, a pesar del dato alentador, el número de veraneantes argentinos en las costas uruguayas todavía quedaría lejos de la media histórica. “El ingreso promedio anual de visitantes argentinos en el período 2011-2019 fue de 1.978.000 personas, alcanzando el máximo en 2017 [2.656.285]”, detalló el Cinve. En el reporte se consignó también: “Se espera que en 2023 los visitantes alcancen una cifra de alrededor de 1.603.000 turistas, 19% por debajo de ese promedio [para toda la temporada]”. La baja, de acuerdo con los expertos del sector, se explica por la ausencia de la clase media argentina en este destino.
Analía Suárez, la titular de la Cámara de Hoteles de Punta del Este, que nuclea unas 90 instituciones, evaluó con optimismo el nivel de ocupación, al menos para los primeros quince días de enero, que ya se acerca al 90%, sobre todo en las alternativas de cuatro y cinco estrellas. “La pandemia instaló la tendencia de dejar las reservas para último minuto”, explicó. Al menos por ahora, el pronóstico que se maneja entre los operadores es alentador.