La crisis de combustible desata protestas masivas en Bolivia – Sol Yucatán
Redacción /Sol Yucatán
Bolivia, enfrenta una gran crisis de combustible que se está convirtiendo en uno de los productos básicos más escasos.
Largas filas de vehículos buscan durante varios kilómetros en las estaciones de servicio en todo el país, ahora es dificil creer que alguna vez fue el segundo mayor productor de gas natural de América del Sur. Algunas de las colas no ceden durante días.
La crisis de combustible que ha sufrido Bolivia durante meses se produjo tras un colapso monetario que estranguló el suministro de dólares del país y está perturbando cada vez más la actividad económica y la vida cotidiana de millones de personas, perjudicando el comercio y la producción agrícola y disparando los precios de los alimentos.
El malestar público ha hecho que multitudes salgan a las calles en las últimas semanas, aumentando la presión sobre el presidente izquierdista Luis Arce para que alivie el sufrimiento antes de una tensa elección presidencial el próximo año.
“Queremos soluciones efectivas ante la escasez de combustible, dólares y del aumento de los precios de los alimentos”, dijo Reinerio Vargas, vicerrector de la universidad estatal Gabriel René Moreno en la región oriental de Santa Cruz, durante la manifestación realizada esta semana.
En una protesta similar los manifestantes gritaban “¡Todo está caro!” y “¡El pueblo tiene hambre!” mientras marchaban por las calles de La Paz la semana pasada.
Los bolivianos dicen que la imagen de Arce se ha visto afectada no sólo por la crisis sino también porque él insiste en que no existe crisis.
En un país que alguna vez fue un destacado actor económico en América del Sur, con una clase media con visión de futuro y baja inflación, muchos bolivianos ahora viven al límite. La escasez de combustible impide que los agricultores lleven sus productos a los centros de distribución y los mercados y los precios de los alimentos se han disparado.
Dado que la escasez de diésel afecta todo, desde el funcionamiento de los tractores hasta el abastecimiento de piezas de maquinaria, la escasez ha obstaculizado a los agricultores en un momento crucial del año: la temporada de siembra.
El impacto de la crisis en el campo se siente en las ciudades. Los productores dicen que están vendiendo menos. Los precios de las papas, cebollas y leche han aumentado y la carne de res se ha duplicado en el principal mercado mayorista de alimentos de El Alto en el último mes, dijeron los vendedores, superando incluso la inflación del país, que desde a enero a octubre registró 7,26%, una de las tasas más altas del país en la última década.
Pero cuando terminó el auge del gas natural en Bolivia, su modelo económico fracasó. Ahora la nación gasta aproximadamente 56 millones de dólares a la semana para importar la mayor parte de su gasolina y diésel de Argentina, Paraguay y Rusia.
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